Fuerte debilidad

Siento, que fortaleces mi alma,

cada vez que me besas.

cada vez que me tocas,

cada vez que te siento en mi piel.

Siento,  que me invaden tus recuerdos,

cuando no estás, y

 me sorprendo pensándote.

Recorren mi imaginación,

todos tus gemidos,

tus respiraciones agitadas,

y mi sed y deseo por ti,

no cesa con el tiempo.

Siento, que me vuelves a la calma,

con cada una de tus palabras.

con cada una de tus sonrisas.

Siento, que ansío que seas para mí,

por que no hay nadie más,

por quién sienta algo así.

Aquello que duele

Siento, un dolor intenso en el cuello,
por no poder decidir,
cual de los dos caminos,
es el indicado.
Siento, un costante dolor en la garganta,
por todas aquellas palabras que,
atascadas,
me están abriendo antiguas heridas.
Siento, un agudo dolor en la cabeza por,
todo lo que pude y no dije,
todo lo que quise y me venció.

Libro y té.

Ojalá todos fuésemos domingos de libros y té. Conocernos poco a poco como cuando leemos un libro. Empezamos a meternos dentro de él despacito, aún sin saber a donde va, ni adonde nos llevará con él. Puede ser una aventura de amor, de misterio... Lo seguro es que abrimos el libro, y una vez empezamos nos da igual la portada, nos absorbe tanto que olvidamos por qué lo escogimos sin saber que contenía, y ahora no podemos dejar de pensar en por que lo seguimos leyendo. Nos tiene cautivos entre sus páginas. Paginas que leemos a tempo que asimilamos que intenta transmitirnos.
 Ojalá el amor fuese como leer un buen libro. Sin prisa, tomando té a sorbos, por que sabemos que, estando recién hecho, puede quemarnos.
Ojalá el amor fuese todo eso, una tarde de domingo con té y libros. Ojala tu fueses capaz de leerme así, lento, sin importar el final, descubriendo cada palabra que forma mis páginas, mi libro.

Multicultural

Tengo el alma de todos los colores.
Una visión que me permite entender,
todos los pareceres.
No me define ningún grupo,
soy capaz de aclimatarme.
Tengo un cuerpo que se funde,
con todos los colores de piel.
Un corazón que siente,
con todos los tipos de arte.
En mis venas,
llevo todos los ritmos.
Y en mi cultura,
todas las lenguas.

La perfección

Puede que la perfección
se esconda detrás de esos ojos,
que te miran con las mismas ganas
un lunes por la mañana,
que un sábado noche.

Si se ocultara,
seguro lo haría detrás
de todas esas tardes
en que he acabado por contarte cosas de mí,
que ni yo misma conocía.

Si existe,
temería seguro tu forma de ser,
de escuchar y de entenderme.

Seguro que la perfección,
enmudece...
cuando discutimos.
Cuando de tantas veces pensando solos,
somos ahora incapaces de hacerlo al unísono.

Estoy segura que la perfección no existe,
pero tu y yo sí.

.

Cielo de tormenta

El cielo se cubre de tonalidades grises. Impide que el sol incida en mí, como si quisiese evitar que salgan a la luz mis inseguridades más profundas. El cielo se vuelve opaco. Predicción de una lluvia incontenible. El ambiente se enfría, fundiéndose así con los vapores de mi cuerpo. Mi piel en un gélido contacto con el mundo. Es un frío que te aviva.

Se crea una atmósfera que hace disfrutar a los cinco sentidos.

Y ya sabes que yo siempre he sido de exceso de temperaturas. Por eso tú eras mi frío. Eras la sonrisa en mis labios cuando la piel se erizaba.

Eras,
en fin,
mi cielo de tormenta.

Destacas

Mis ojos te buscan.
Mi mente te piensa.
Te encuentro.
Todo,
todo se vuelve borroso al verte,
excepto tú.
Tú sigues nítido.
Tú destacas.
Destacas,
como la nostalgia en mi comisura derecha,
como el deseo de mi mirada fugitiva.
Tu sigues,
destacas.
Destacas sobre todas las cosas que veo,
por que tú eres lo único,
que no puedo tener.